martes, 15 de noviembre de 2011

ENFOQUES DE LA SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION

ENFOQUES DE LA SOCIOLOGIA EDUCATIVA

SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION
La sociología de la educación no solo se ha enriquecido de otras ciencias a través de su aporte, sino también de sus métodos para abordar la realidad.
La sociología: es una ciencia empírica por lo tanto la investigación es parte fundamental de su acontecer cotidiano, se construye en la investigación continuamente, se emplea  en diferentes método para abordar la realidad, pero estos deben garantizar la confiabilidad de los resultados.
Los métodos más empleados son:
El histórico, el estudio de los fenómenos sociales a través del tiempo, la realidad presente a través de los cambios en el pasado que la produjeron, la comparación de fenómenos similares en diferentes sociedades o situaciones. E l crítico racional cuestionamiento critico de los valores y la cultura social. Estos métodos pueden hacer énfasis en lo cuantitativo que mide numéricamente los hechos sociales, o en lo cualitativo que interpreta y comprende los significados que los actores conceden a sus acciones y a la realidad social.

El enfoque
Se puede dividir en:
  1. Método experimental: Se experimenta con una variable independiente que puede ser manipulada si así lo desea el investigador, esto implica que habrá una intervención o experimentación. Frecuentemente se aplica en el análisis de los datos una ANOVA o análisis de varianza.
2.      Método correlacional: No se manipula una variable independiente experimental y se basa en la observación, no obstante se emplea una correlación de Pearson para el análisis de los datos.







NUEVOS ENFOQUES
Los nuevos enfoques de la sociología de la educación en particular no están interesados en crear la gran teoría social, sino en estudiar la vida cotidiana, los significados que los individuos asignan a sus acciones y las interrelaciones que se generan. El análisis recae en el propio proceso educativo, haciendo énfasis en el análisis de gestión y transmisión de conocimientos y las relaciones de poder que subyacen. La educación participa en la forma como las sociedades determinan, asignan, seleccionan, evalúan y trasmiten conocimientos, el conocimiento está sometido al poder de las clases sociales hegemónicas y al control social de mecanismos establecidos por la sociedad. El conocimiento y su difusión es una producción social. Legitimador de las prácticas sociales, y de la institucionalización de determinadas formas de conocer, aprender, analizar a través del currículum. La sociología de la educación alternativa confiere al actor un grado de participación y cierta autonomía frente a la sociedad.
En los diferentes enfoques sociológicos podemos entrever que la sociología como ciencia social se ha visto influenciada por otras disciplinas científicas, esto es lógico si pensamos que todos los elementos de la sociedad tal como se señalo al principio están interconectados, así tenemos, que desde sus inicios la forma en que se estructura como ciencia, la forma de abordar el problema o acercarse a la realidad están imbuidos de los lineamientos presentes en las ciencias naturales, sobre todo la física y la biología, no olvidemos que Saint Simon la llamo física social, en los enfoques tradicionales encontramos en el Estructural funcionalismo gran influencia de la teoría de sistemas, la psicología, especialmente el conductismo, el capitalismo como modelo económico. En el marxismo la influencia de la economía, la demografía y la política es evidente, tan es así que el marxismo se estudia indistintamente como modelo económico y político para el cambio. En la sociología alternativa, encontramos gran influencia de la pedagogía, la antropología, la psicología social, evolutiva, la fenómenologica y la Psicolinguistica. Cada explicación y comprensión de los diferentes fenómenos humanos o sociales ha brindado un aporte para el enriquecimiento tanto de la sociología general como la sociología de la educación.





SOCIOLOGIA INTERPRETATIVA
La sociología interpretativa: centra su estudio en la relaciones del aula, en la construcción social del curriculum y en las relaciones de poder que subyacen tanto en la transmisión de conocimientos como en las interacciones profesor- alumno.
La sociología de la resistencia: se centra en el análisis de la escuela como un espacio de conflicto y lucha social ideológica y política, como este espacio puede generar cambios tanto educativos como sociales. La introducción de las variables de etnia y genero han permitido detectar y desentrañar la discriminación silenciosa que históricamente se ha mantenido oculta y opacada por la discriminación de clases.
Así tenemos que la nueva sociología va a centrar su análisis, comprensión y explicación en los tres sistemas fundamentales que encontramos dentro de la institución escolar.
El sistema curricular. Organización y transmisión de conocimientos
El sistema de estilos pedagógicos. Relaciones sociales
El sistema de evaluación. Valoración
CONCLUSION
La sociología: ha abordado el estudio del fenómeno educativo permite visualizar como los diferentes puntos de partida, las diferentes concepciones y los diferentes modelos o paradigmas imprimen a la interpretación del hecho social una visión particular, diferente pero siempre valida. La complejidad del fenómeno social no puede abordarse desde una sola perspectiva, no se explica linealmente, son múltiples y diversas las variables que encierran la comprensión de la realidad social.
BIBLIOGRAFIA
Castells, M y otros (1997) Nuevas perspectivas criticas en educación, Paidós, Barcelona.
Guerrero, A (1996) Manual de Sociología de la Educación, Síntesis, Madrid
Coulon, A (1995) Etnometodologia y Educación, Paidós Barcelona
Bonal, X (1998) Sociología de la Educación, Paidós, Barcelona
Giraux, H (1997) Los profesores como intelectuales Paidós Barcelona.
Luhmann, N (1996) teoría de la Sociedad y Pedagogía Paidós Barcelona
Márquez, E (2000) Sociología de la educación Fedupel, serie Azul, Caracas



El enfoque humanista de la educación

Este enfoque ha conferido tradicionalmente una vía a la educación, al afirmar que la “educación nos da los elementos y valores que el hombre busca”
(Gras, 1974). La educación John Dewy está, decía al servicio de la vida al construir a elevar nuestro “nivel de vital”. Esta tendencia supone a la educación como principio y fin de todo lo humano, “dota de poderes carismáticos, capaz de resolver por su sola los problemas del atraso y convertirse en instrumento único del bienestar del hombre”. (UNESCO: 1975)
El fenómeno educativo aparece así desprovisto de relaciones con la realidad. Los problemas de la educación, conforme a lo planteado, se originan y desarrollan dentro de los límites del espacio educativo mismo, por lo tanto las soluciones no se buscan, sino dentro de los elementos y factores que producen el hecho educativo. Se le asigna a la educación una exagerada valoración, por lo tanto no es raro que Fernando de Azevedo presente a la educación como “parte integrante de una concepción del mundo y de una filosofía de la vida”. No es raro tampoco que pretendan europeizar a la población latinoamericana por medio de la educación, asignándole así un papel clave tanto en su relación con la sociedad global en su desarrollo (sin educación no hay desarrollo), como en lo que se refiere al papel general que se le atribuye, ya sea el nivel de fines como de medios, caracterizado este por un estado “misticismo educativo”, la “educación como algo metafísico”, el maestro es un apóstol, un Cristo moderno, un Segundo padre, etc.). Cómo es posible observar, el enfoque no contempla la educación como proceso social. En todo fenómeno social la educación sólo ser comprendida al anterior de su contención temporal. Se puede hablar de un tiempo educativo fundando en la combinación o tipo de articulación existente entre los elementos que constituyen el sistema educativo. Ese tiempo o periodo estructural con los periodos económicos, políticos y sociales (Castilla Urbina, 1979).

El enfoque marxista

Algunos señalan que la Sociología de la educación desde la perspectiva marxista empieza a tomar cuerpo a partir de Lenin, Gramsci, Goldman, Atlhusser y Luckacs, quienes contribuyeron decisivamente en la formulación de los principios y posterior desarrollo del marxismo como la ciencia de la historia. En América Latina, podemos señalar a Tomás Vasconi, Aníbal Ponce, Guillermo Labarca,
Sara Finkel, Silva Michelena, H. Sonntag, Inés Recca, V. Paiva, quienes se preocuparon fundamentalmente por capitalista, preocupándose de la función reproductora y del papel ideológico que cumple la escuela.





Sin embargo, podemos distinguir algunas tendencias la interior del pensamiento marxista:

1. La interpretación de la educación, así como de las medidas y reformas contemporáneas del sector educacional que parte de una perspectiva economicistas. Esta interpretación contraponía a la economía de la educación burguesa una economía política de la educación. Centraban el análisis en la educación como calificación y preparación de la fuerza de trabajo para ser consumida por el capital. De esta manera, el análisis del proceso de reproducción
social constituía la base para la comprensión de los problemas ligados a la política educacional.

El problema, desde este punto de vista, es que la escuela aparecía respondiendo
directamente a los intereses y necesidades de la realización del capital, considerándose la educación como un momento del proceso de circulación del capital, reduciéndose las contradicciones del sector educacional a la cuestión del valor de a fuerza de trabajo (la educación debe crear condiciones para que el capital pueda realizarse ofreciendo fuerza de trabajo calificada, ella eleva el valor de la fuerza de trabajo, y su consecuencia, contribuye a la reducción de la plusvalía y de la tasa de ganancia).

2. La educación como aparato ideológico y como sistema de dominación. En este sentido, formulan: “los procesos educativos tal como lo observamos en la sociedad actual, capitalista, lejos de construir hechos universales, son una creación histórica de la burguesía en el poder, y cumplen funciones específicas en los que se concentra la función general de reproducción de la sociedad burguesa y de sus modalidades de explotación” (Vasconi 1972: 309-319).
Señalan también que “el proceso de socialización en una sociedad de clases constituye el proceso de internalización -a través del sistema educativo- de la ideología dominante en la educación funciona como un efectivo instrumento reproductor de la ideología y del control social. La clase dominante, para mantener el sistema, hace uso tanto de la fuerza -mediante los aparatos represivos del Estado- cuanto de la conquista de consenso mediante la difusión e imposición de ideologías específicas.Y es a través de la conquista de consenso que la clase dominante legítima su posición. El sistema educativo juega, en este caso, un papel capital” (Vasconi, 1972: 21) De este modo, los aparatos educativos en las sociedades capitalistas aparecen como aparatos ideológicos del Estado, cuya contribución esencial al sistema es el logro de su reproducción por una acción de nivel superestructurales, más que como aparatos cuyo funcionamiento se halla más o menos estrechamente ligado al desarrollo de las fuerzas productivas.
En esta segunda tendencia se inscribe de alguna manera casi todos los esfuerzos de análisis de la historia y explicación de los aparatos educativos en América Latina. En cambio en la primera tendencia señalada encontramos los estudios sobre los modelos de acumulación, desarrollo y educación en América Latina y el esquema político consecuente.


3.-La tercera tendencia es aquella que centra el análisis en el papel del Estado capitalista. El Estado aparece aquí como una instancia mediadora en cuanto “capitalistas individuales”. De acuerdo con este discurso, la política educacional promovida por el Estado bajo hegemonía del capital industrial debe ser notoriamente distinta de aquellas resultantes de la hegemonía del capital financiero.

Se trata de explicar el papel del sistema educativo a partir de consideraciones relativas a la confrontación política de distintas fracciones del capital, desprendiendo del Estado una política de la educación que tiene como objeto promover y preservar la dominación de la fracción hegemonía y el ejercicio de esta hegemonía sobre las clases dominadas en la sociedad civil.
Una vez expuesta las tres tendencias que de una u otra forma tuvieron vigencia hasta los años 70, podemos decir que a la fecha, muy pocos intérpretes marxistas de la política educacional se atreverían a centrar su análisis exclusivamente sobre las relaciones de producción considerando tan solo la calificación del trabajo, o por el contrario, limitar el estudio como instrumento de reproducción social privilegiando la política estatal como expresión de una fracción o sector de clase hegemonía.
Hoy  tomando en cuenta los tres marcos de referencia consideran que la comprensión de la política se refiere a la función desempeñada por la educación en la creación y/o esfuerzo de la legitimidad de los sistemas políticos. La hegemonía política e ideología de la clase dominante en su conjunto es
Conquistada y preservada en la lucha contra la posible contra hegemonía de otras clases sociales. Como instrumento de inculcación ideológica, el sistema educativo es también posible a los cambios en la correlación de fuerzas en la lucha por la hegemonía en la sociedad civil por la circulación de contra ideologías que intentan conquistar espacio para poder difundirse; la fracción hegemónica puede echar mano del control del Estado sobre el sistema de enseñanza para volverlo un instrumento más explícitamente comprometido con la difusión de la ideología antes que la calificación de la mano de obra.
En este sentido la calificación no es solamente es un instrumento ofrecido al capital para que lo utilice, es además un instrumento en manos de los trabajadores, que valorizan su fuerza de trabajo, que posibilitan la elevación de su nivel de comprensión de la realidad y su capacidad de lucha económica, Política e ideológica. El sistema educativo puede ser utilizado también como neutralizador del movimiento estudiantil en la medida en que éste amenaza debilitar la legitimidad del sistema, o para reducir el espacio de influencia político-cultural conquistado por los sectores populares. Desde este punto de vista deben entenderse los intentos de reforma educativa. Se toma en cuenta también (teniendo presente los distintos interese del capital y sus fracciones y el papel del Estado y el grado de desarrollo de las fuerzas productivas) la propia estructura educativa, con los intereses y las tradiciones que ahí se constituyen y se fortalecen, a través de la permanente reproducción del propio sistema de enseñanza.
Situación actual y perspectiva en circunstancia como las actuales, cuando en algunos países los conflictos socio-políticos se han agudizado afectando el normal desenvolvimiento de las actividades educativas alcanza una dimensión que pone en tela de juicio algunos enfoques, provocando al mismo tiempo la crisis de la sociología de la educación.

Por tanto, cuando todavía se plantean hoy algunos requerimientos básicos tales como:

·         La educación para el cambio.
·         La educación comprometida.
·         Hacia un sistema educativo crítico

La Pedagogía
Se dice que es el estudio intencionado sistemático y científico de la educación, es una disciplina que tiene por objetivo el planteo, estudio y solución del problema educativo, es un arte es una técnica una ciencia y hasta una filosofía, también se habla de Pedagogía Idealista, Naturalista, de acuerdo a las tendencias políticas y religiosas, se habla de una Pedagogía Liberal, conservadora, democrática, marxista, católica, alterna, del oprimido, del lenguaje total, etc. pero todos giran en torno a la orientación del hecho educativo como el encuentro de un sujeto que educa y otro que es educado.

Etimología
      Pedagogia se deriva del
griego "paidos" = niños, y
         "ago" = onducir, guiar, dirigir

Diversos Enfoques de la Pedagogía
La Pedagogía como ciencia de la educación se diversifica en sus enfoques y disciplina, tal como se observa en la Psicología, la Sociología y demás campos de la investigación científica.

la Pedadogia General le corresponde obtener una visión justamente general y panorámica d las ciencias de la Educación que le permita en primer lugar estructurar en la urdimbre de estas ciencias de modo que no parezcan escondidas y desconectadas unas de otras, le corresponden retener una visión unificadora de estos problemas y determinar que cuestiones son abordadas por las otras ciencias, debe contemplar todo el ámbito de la educación, reflexionar analítica y sistemáticamente es pues ciencia integradora que se apoya en otras ciencias para sintezar, al tiempo que reflexiona sobres sus propios supuestos, puede utilizar las leyes y teorías formuladas por las disciplinas que guardan afinidad con ellas la Biología, la Psicología, la Sociología, la Antropología, la Filosofía y otros más.

TEMA 3 PRINCIPALES ENFOQUES TEÓRICOS EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
Karl Ma
Los hechos sociales son producidos históricamente bajo unas condiciones de producción que pueden transformarse.
Señala Marx que “la clase que tiene a su disposición los medios para la reproducción material dispone con ello, al mismo tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de tales medios necesarios para producir espiritualmente”
Según Marx, instituciones como la escuela pertenecen a la superestructura, y por lo tanto se organizan de acuerdo con las relaciones sociales de producción dominantes (infraestructura), adaptándose a los intereses de la clase social hegemónica. Marx concedía prioridad en su obra al estudio de la educación. Sus mayores esfuerzos se concentraron en desarrollar los mecanismos económico-sociales de la explotación del trabajo en la sociedad capitalista (El Capital) y en las que le precedieron (feudal, asiática aunque a éstas dedica menor atención). Por estas mismas razones tampoco creyó que la escuela fuera una institución clave para la transformación socialista de la sociedad; antes había que suprimir la propiedad privada de los medios de producción, verdadero origen de las desigualdades sociales con escuela o sin ella. Marx consideraba, pues, que la escolarización plena no iba a llevar aparejada la igualdad de oportunidades sociales mientras las relaciones sociales de producción fuesen asimétricas, es decir, estuvieran basadas en la explotación económica de los trabajadores por los dueños de los medios productivos básicos.
Marx llegó a pensar que una escuela gratuita para todos en la sociedad capitalista podía servir de tapadera para ocultar la desigualdad o legitimarla, pues la gratuidad hace pensar que la escuela sitúa a cada uno en el lugar que merece según su capacidad y esfuerzo (ideología meritocrática), ocultando el origen de la desigualdad. Marx aplazaba la justicia educativa hasta la llegada del socialismo, que equivocadamente creía muy próximo, y esto influyó más de la cuenta en su punto de vista. Compartimos, pues, su perspectiva crítica pero no se escaso aprecio por la enseñanza gratuita, un derecho duramente conquistado al que los políticos neoliberales gustaría detraer recursos públicos.


Max Weber
Weber no dedicó ninguna de sus obras al estudio sociológico de la educación. El detenimiento de Weber en los procesos educacionales y su organización en la sociedad no fue casual.
Cualquier acto humano puede ser estudiado desde la perspectiva sociológica, puesto que el hombre es un ser social. Desde el nacimiento a la muerte nuestros actos se enmarcan en un contexto de relación y significado social. Tanto nuestra existencia física como nuestra personalidad han de producirse socialmente. Su aporte excepcional consistió en señalar que en el estudio de las acciones sociales es importante sociológicamente el significado que éstas tienen para los actores que las ejecutan, y los móviles con los que operan.
El estudio de lo social no consiste sólo en averiguar las regularidades externamente observables, sino en “comprender” la orientación racional, valorativa, de la acción social, el sentido que ésta tiene para los actores.
Weber concede gran importancia a la institución educativa como dispositivo de control psicosocial. Para Weber la escuela, la familia, y la organización eclesiástica son asociaciones de dominación: la iglesia y un sistema de enseñanza. Se ocupan de la administración de bienes espirituales (la iglesia lo hace de los bienes del transmundo y la escuela de bienes mundanos). Los sujetos se encuentran disciplinados por las reglas que no dependen de ellos y no han elegido (sólo cabe aceptarlas o excluirse).
Señala Weber cuatro rasgos organizativos homólogos:
1.- La existencia de un cuerpo de agentes profesionales que constituyen uno o varios grupos de status bien cohesionados (obispos y sacerdotes; maestros y catedráticos).
2.-La autoatribución del monopolio administrativo de los bienes espirituales que se predican como auténticos. Pretenden por ello sus agentes dominar por encima de las barreras familiares étnicas, clasistas, y grupales de cualquier tipo.
3.-El cuerpo de sacerdotes o enseñantes profesionales ha sido reclutado ateniéndose a unas reglas públicamente establecidas. Tienen una formación homogénea en cuanto a fuentes de contenido técnicas y normas de comportamiento observadas.
4.- A los componentes del cuerpo no les viene dado el carisma por sus cualidades personales intransferibles, sino por su pertenencia al grupo profesional que administra los bienes sagrados o culturales.
Estos tres apartados de coerción psicosocial (iglesia, escuela y familia) son sumamente efectivos para ejercer el control de la sociedad. Reproducen una visión ideológica del mundo, desarrollan en la personalidad las motivaciones afectivamente adecuadas a esa visión y transmiten un ethos de comportamiento apropiado (moral) respecto al sistema de poder establecido.
Sin embargo, siempre negó que la ideología y la moral, fundamentadas por la religión o reproducidas en la escuela, fueran un mero reflejo de las relaciones sociales dominantes, de base económica. Estos aparatos de poder y sus dispositivos ético-culturales tienen mucha más sustantividad de lo que Marx suponía, gran resistencia a disolverse, y perviven a los grandes cambios sociales.
Weber propone 3 tipos teóricos, correspondidos con los tres modelos de autoridad legitimada: carismática, tradicional y legal-racional:
1.-La educación carismática: se corresponde con el tipo de dominación del mismo nombre. Es funcional para explicar la educación de guerreros y sacerdotes, en sociedades heroicas o teocráticas; pero en estado menos puro algunos de los rasgos del modelo también pueden ser útiles para entender los procesos educativos actuales. El desarrollo de la personalidad según la educación carismática se realizaría a partir del estímulo de presuntas cualidades innatas que hay que despertar en el sujeto. En otras ocasiones se pretende que el carisma se infunda “a través de un milagro de renacimiento mágico”, promovido por la ascesis del educando al seguir las disposiciones de los maestros y que puede culminar con un ritual solemne. Dos rasgos de este tipo aparecen en algunas pedagogías: 1) entender la ecuación como “educere”, “sacar de”, como desenvolvimiento de los dones innatos del sujeto; 2) conceder prestigio a los portadores de títulos, especialmente los más selectos. Weber que la educación trata de despertar en ellos esas virtudes carismáticas de que eran portadores.
2.-La educación humanística: se basa en la técnica de impregnación del educando por contacto estrecho con los maestros. Lo que se persigue es cultivar al niño hasta desarrollar en el la familiaridad con tradiciones, sistemas de signos, y maneras propias de un estamento social privilegiado. Educación que corresponde a la forma de dominio tradicional. Educación no elitista, entendida como transmisión del patrimonio cultural, las tradiciones de un pueblo o comunidad, como mecanismo de socialización masiva de nuevas generaciones.
3.-La educación especializada: correspondería al tipo de dominación legal-racional, proclive a la organización burocrática. El experto más que educado genéricamente ha sido instruido en una parcela especializada. Los expertos modernos son producidos por un sistema educativo abierto a todo el mundo, aunque llega a sus destinatarios en forma y niveles variables. Quienes no llegan a ser expertos en nada al menos se instruyen en utilidades para la sociedad industrial burocratizada, para trabajar en fábricas, comercios u oficinas.
 Weber subraya la dramática pugna contemporánea entre el experto y el humanista (el hombre culto) y se lamenta de que el primero esté ganando la partida en el marco de un proceso de burocratización del saber.
En las sociedades modernas de dominación racional, el acceso a puestos de poder en la administración pública o privada, el reclutamiento de burócratas, está legalmente abierto para cualquier ciudadano candidato que tenga el título requerido. Pero entre los profesionales de élite hay una hibridación entre la educación especializada y algunos rasgos de la educación humanista para grupos privilegiados.
El tratamiento de los dispositivos escolares únicamente como “asociaciones de dominación” conduce a una visión sesgada de los procesos educativos, aunque Weber no niegue otras funciones de la institución. Al fin y al cabo Weber es conocido, en términos de divulgación periodística, como el pensador que concibe la sociedad como una “jaula de hierro”.
Punto en común de los sociólogos a los que nos hemos referido: en ninguno aparece la concepción de la educación como un proceso de desenvolvimiento de lo que hay dentro, sino como un proceso de socialización.
Antonio Gramsci
El primer marxista que se ocupó extensamente de la educación fue el italiano Gramsci, desde la época de los veinte hasta 1937. No se aparta del esquema marxista clásico de la centralidad de las relaciones de producción, pero considera que la superestructura ideológica tiene una importancia creciente en la sociedad industrial. La clase burguesa, además de poseer los medios de producción rentables, tiene la hegemonía cultural. Existe un consenso ideológico general sobre los valores y formas de pensamiento que apoyan el modo de producción capitalista, lo cual se traduce en aceptación del orden económico y político por parte de la población.
Pensó que en aquel entonces las instituciones educativas eran el agente de ideologización más poderoso, y era necesario dar batalla en ellas con ayuda de los intelectuales afines a la clase trabajadora. Ello era indispensable para la formación de un bloque antihegemónico formado por la clase obrera y sus aliados. Criticó el sistema escolar italiano de la época en cuanto que inculcaba ideología conservadora y reservaba los estudios superiores para las clases acomodadas.
Talcott Parsons
Ø  Parsons ocupa un lugar central entre los funcionalistas de mitad del siglo XX. Concibe la sociedad como un sistema estructurado de relaciones entre actores sociales; los actores desempeñan papeles que les confieren una posición en el sistema.
Para desempeñar un papel se han de interiorizar en la personalidad actitudes, valores y normas adecuadas, han de aprenderse conocimientos y habilidades. El sistema social, el sistema cultural y el de la personalidad están íntimamente relacionados.
Según Parsons la escuela es un subsistema básico de la sociedad moderna y cumple las siguientes funciones:
Ø  coloca al educando en un ambiente en el que ha de ganarse su posición independientemente de la familia

Ø  transmite los universales culturales y el sistema de valores básico.

Ø   va diferenciando las posiciones de los alumnos dentro de la escuela según el rendimiento académico

Ø   Y consiguiente, cualifica a la población para ocupar puestos distintos al incorporarse al mundo del trabajo
Sin embargo, ya advertía en el año cincuenta y nueve que tanto los alumnos de origen social alto con buenas aptitudes escolares como los de status familiar bajo con disposición o habilidades escasas difícilmente cambiaban su posición social de origen; tras su paso por la escuela tendían a mantener la posición social de la familia. La movilidad social se podía producir a la baja entre niños de status moderadamente acomodado sin éxito escolar, o la alza entre los de baja extracción de clase con buenos resultados académicos.
Randall Collins
Teoría credencialista de la educación. En esta teoría están muy presentes los fenómenos de dominio y control social entre grupos de diversa posición, con saberes y estilos de vida distintos, que compiten por los recursos, el poder y el prestigio. En este campo de lucha generalizada, los títulos académicos sirven como credenciales para la ocupación de status profesionales ventajosos.
Collins defiende que la educación carismática y la tradicional están más presentes de lo que parece al lado del moderno sistema educativo racional burocrático.
Los títulos académicos acreditan en sus portadores la honorabilidad, prestigio, estilo de vida y virtudes de alto status tanto o más que habilidades técnicas; y los primeros componentes son, según Collins, más decisivos para alcanzar las cumbres del mercado de trabajo. Esto desenmascara la interpretación tecnocrática de la educación, según la cual habría una correlación entre habilidades adquiridas en la escuela y empleos adquiridos a través de la libre competencia.
Para Collins, las destrezas laborales, profesionales y de dirección se adquieren en el puesto de trabajo; el sistema escolar vive mal conectado con los tajos laborales y el mercado de empleo.
Si esto es así, lógicamente la escuela no es neutral, ofrece contenidos universales, sí, pero lo más decisivo es que ofrece universalmente culturemas propios de los status dominantes.
Collins llega a decir que la principal preocupación de los profesores es mantener el orden. El resto de educación, fundamentalmente la mentalidad necesaria para desempeñar ciertos roles profesionales viene sobre determinado por el status de origen, aunque la legitimidad falsamente neutral vendrá acreditada por los grados y los títulos.
Nueva Sociología de la Educación
Se trata de un movimiento renovador, promovido en Gran Bretaña a inicios de los setenta. Uno de los principales promotores fue Michael Young, quien reunió aportaciones de neoweberianos, neomarxistas, más nuevos enfoques…
Dan un giro a los estudios sobre educación orientándolos hacia la microsociología. Se desplaza el foco de atención de lo estructural a lo cotidianamente vivido.
Se sirvieron a menudo de la llamada sociología interaccionista que permite investigar los procesos concretos de interacción entre alumnos y profesores en el aula. Estos autores coincidían con marxistas y weberianos en diagnosticar la desigualdad educativa, pero algunos se mostraron más optimistas sobre la posibilidad de cambiar las prácticas educativas para mejorar la situación.
Teorías de la reproducción
Volvió el neomarxismo y se desarrolló alguna versión de la teoría de la reproducción. Otros neomarxistas consideran que la teoría de la reproducción minimiza en exceso la posibilidad de lucha de clases en la escuela, y desarrollan las llamadas “teorías de la resistencia”. Estas plantean que dentro de la escuela existen contradicciones y conflictos en los que es posible operar a favor de la clase, etnia o género dominante o en su contra.
El neomarxista Louis Althusser, por ejemplo, insiste en que el sistema educativo es uno de los Aparatos de Estado que contribuye eficientemente a la reproducción social de la sociedad capitalista: seleccionando al alumnado por profesiones según su clase social, e inculcando la ideología dominante a través de la transmisión cultural.
La primera función la cumple seleccionando a los actores, fuera del sistema de producción, de manera que se encaminen luego a diversas ocupaciones desigualmente cualificadas y remuneradas.
La segunda consiste en asegurar la reproducción de aquella parte de la cultura que identifica a los actores sociales con el modelo de sociedad en que viven, es decir, la parte de la cultura que en el marxismo se denomina la ideología global o dominante que corresponde a las relaciones sociales de producción. Para Althusser la escuela moderna es, en este sentido, un “Aparato Ideológico del Estado”.
1 ENFOQUES FUNCIONALISTAS
Los funcionalistas sugieren que deberíamos empezar con un análisis lógico del concepto de sociedad y preguntarnos qué ocurriría si una sociedad -grande o pequeña, simple o compleja- ha de sobrevivir y desarrollarse. Obviamente, dicen, esta sociedad debe reclutar nuevos miembros a medida que desaparecen las viejas generaciones. Debe alimentarlos y vestirlos. Debe existir un lenguaje común y debe haber algún grado de acuerdo con respecto a los valores básicos entre los miembros para evitar el conflicto abierto. Por tanto, si una sociedad ha de desarrollarse tiene que resolver determinados problemas.
En la teoría funcionalista a los mecanismos de resolución de problemas se les denomina instituciones. Ejemplos de estas instituciones son la familia, la cual ayuda a resolver el problema del suministro de nuevos miembros; las instituciones económicas, que sirven para alimentar y vestir a la población; las instituciones políticas, las cuales coordinan las actividades de los diferentes sectores de la sociedad; las instituciones religiosas, las cuales contribuyen al mantenimiento de los valores básicos; y la educación, la cual ayuda a resolver el problema de la formación de la juventud.
Al igual que ya hiciera Durkheim, algunos funcionalistas establecen una analogía con el cuerpo humano. Del mismo modo que en el cuerpo humano, en la sociedad cada parte o cada institución tiene una función (o funciones) específica y las distintas partes de la sociedad son inter-dependientes. Por ejemplo, la educación está conectada en modos diversos con las instituciones económicas, familiares, políticas y religiosas. Las instituciones sociales son estructuras complejas. Sin embargo, los funcionalistas reconocen que la analogía orgánica no puede llevarse demasiado lejos. En el organismo vivo las células están programadas por naturaleza para desempeñar sus funciones. En la sociedad estos roles están ocupados por personas que no están biológicamente programadas. Si una institución ha de funcionar con eficacia, la gente ha de ser forzada o inducida a cumplir sus roles. Es aquí donde los funcionalistas introducen los conceptos de cultura y de socialización, y abandonan la analogía orgánica.

1.1. Durkheim
Durkheim es sin duda el sociólogo clave en la constitución de la sociología de la educación como un campo autónomo de análisis social. No solo fue el primer sociólogo en ocupar un cátedra de sociología de la educación, sino que fue el único de los "padres fundadores" de la sociología que reflexionó de un modo explícito y extenso sobre la educación. De hecho, su pensamiento educativo se conforma como una ruptura epistemológica con la pedagogía de su época, la cual constituía la visión hegemónica sobre la educación.Las doctrinas pedagógicas se oponían a la mirada sociológica. Los pedagogos consideraban la educación como algo eminentemente individual, de modo que la pedagogía es un corolario de la psicología. Al desconectar el análisis educativo de los condicionantes sociales se acaba entrando en la metafísica cuestión de qué sea la naturaleza humana.
Tres aspectos de la sociología de Durkheim fueron decisivos para el desarrollo de la sociología funcionalista de la educación. Primero desarrolló la tesis histórica de que las transformaciones en los sistemas educativos eran la consecuencia causal de cambios económicos y sociales externos en la sociedad considerada globalmente. En segundo lugar afirmó que las características específicas de las estructuras educativas y sus contenidos culturales guardaban una fuerte relación con las necesidades de la sociedad. En tercer lugar, como consecuencia de la transición de una sociedad mecánica a otra orgánica, se hace precisa una mayor individualización y esto se refleja en los cambios en la pedagogía y en la organización escolar.
Su sociología de la educación constituye una prolongación y profundización de su sociología general. Algunos de los párrafos de su obra (póstuma, fruto de la recopilación de lecciones impartidas en la Universidad de Burdeos) Educación y sociología son paráfrasis de Las reglas del método sociológico.
Como señalaba Lerena, Durkheim es el último gran sociólogo que trata de distinguir, pero no de separar, la teoría de la práctica. No renuncia a relacionar la política con el conocimiento. La sociología debe contribuir a consolidar la política republicana en el contexto francés de laicización de la enseñanza. El sistema educativo constituía el elemento clave para imponer una doctrina moral que diera coherencia a la república.
La sociología de la educación de Durkheim es producto de una crítica de la concepción idealista de la educación presente en las doctrinas pedagógicas. Educación y sociología desmonta la antropología kantiana. Para Kant la educación consiste en el desarrollo armónico de las facultades humanas. Durkheim destruye este discurso pedagógico a partir de tres líneas de ruptura. En primer lugar no se ocupa de la educación de un modo teórico, sino que la analiza como un conjunto de prácticas y de instituciones sociales. La educación hay que estudiarla como lo que es, o sea, como un hecho social, desde fuera, como si se tratase de una cosa. El objeto de la sociología de la educación lo constituye el sistema educativo.
En segundo lugar la educación no provoca un proceso de desarrollo natural, sino de creación, de producción. Esa creación no puede ser natural, sino que es social y, por tanto, inarmónica. La práctica educativa humaniza, crea a las personas. La práctica educativa no consiste en un proceso de extracción como plantea Kant, quien en esto sigue la tradición mayeútica de Sócrates. Para sacar o extraer algo del alumno es preciso suponer que ese algo preexiste en él desde su nacimiento, algo que tuviera que hacer aflorar el proceso educativo. Dado que, de acuerdo con Durkheim, no existe algo a lo que se pueda denominar naturaleza humana, la práctica educativa no se limita a desarrollar una preexistente naturaleza del hombre, sino que lo crea. En tercer y último lugar Durkheim señala que para el pensamiento idealista la función del maestro consistiría tan solo en enseñar, obviando la evidencia de la asimetría característica de toda clase de relaciones pedagógicas o educativas: se trata de unas relaciones de dominación ideológica. Incluso llega a plantear el paralelismo entre educación e hipnosis. El lugar de la educación y de la escuela es el lugar del poder. Las relaciones educativas o pedagógicas no son relaciones de comunicación. La función del maestro iría más allá de la función de enseñar. El sistema educativo, llega a decir, es un instrumento de dominación de las almas. La escuela es una institución de poder. La función de la escuela es la imposición de la legitimidad de una determinada cultura o forma de vida.
El mundo de la educación cumple los dos requisitos básicos para que pueda constituirse en objeto de una ciencia. En primer lugar está constituido por un conjunto de prácticas, de maneras de proceder, de costumbres, que son realidades todas ellas exteriores e independientes de la voluntad individual. El segundo requisito es la homogeneidad de estas prácticas, las cuales, en el caso de la educación, consisten en la acción ejercida por la generación adulta sobre la joven.
Para Durkheim los hechos sociales deben ser considerados como cosas naturales. Esto significa que cuando tratamos de comprender una parte de la sociedad, como es la educación, en primer lugar debemos suministrar una definición del fenómeno que se va a estudiar. Una vez hecho esto podemos buscar una explicación del hecho social que sea causal y funcional. Cuando se refiere a una explicación causal insiste en que se debe rehusar cualquier explicación basada en los propósitos, intenciones y acciones de los individuos o de grupos identificables; más bien hay que buscarla en términos de fuerzas sociales impersonales. Por ejemplo, para entender el sistema educativo español, la explicación debería efectuarse al nivel de la relación de la educación con la economía, el sistema político, el sistema de clases y las corrientes de opinión de la sociedad. En segundo lugar, una explicación funcional debe determinar el modo en que el fenómeno analizado sirve a la sociedad en lugar de a los individuos,a las necesidades generales del organismo. Esencialmente significa que el sociólogo debe considerar qué papel desempeña cualquier fenómeno social en el mantenimiento del orden y de la estabilidad social.
En el libro Educación y sociología encontramos la típica explicación funcional de Durkheim. Aquí se define a la educación como la influencia de las generaciones adultas sobre aquellos aun no preparados para la vida. La primera función de la educación no es el desarrollo de las habilidades y potencialidades de cada individuo, sino que consiste en el desarrollo de aquellas capacidades y habilidades que precisa la sociedad.
Todas las sociedades tienen necesidad de una cierta especialización. Una de las funciones de la educación es preparar a la gente para el medio particular al que están destinados. No obstante, todas las formas de educación contienen un núcleo común que reciben todos los niños (educación básica). Toda sociedad precisa un similitud básica de pensamiento, valores y normas entre sus miembros para perseverar en la existencia.
CONCLUSIONES
El impacto de la sociología de la educación en la configuración del sistema educativo actual es más bien escaso. Fue bastante potente en la época de Dukheim. Como vimos su sociología contribuyó a asentar la política educativa de la III República francesa. Más recientemente la obra de sociólogos como Halsey en el Reino Unido jugó un papel decisivo en la reforma educativa británica de los años sesenta.
Hoy en día, especialmente en el caso de la reforma educativa española, la sociología no parece estar desempeñando un papel clave, a pesar de que junto con la pedagogía, la psicología y la epistemología constituye, sobre el papel, uno de los soportes de la educación. Sin embargo, el profesorado demanda un análisis sociológico del entorno. No obstante, la sociología de la educación no se ha revelado especialmente útil en el trabajo cotidiano del profesor. En general, la sociología es crítica con la labor del profesor: le considera un agente del sistema, un "extraño sociológico", un semi-profesional y otra serie de términos que despiertan escasa simpatía. Por otra lado, cuando la sociología ha sido importante en la formación inicial del profesorado (cosa que ocurrió con la obra de Bowles y Gintis La instrucción escolar en la América capitalista, buena parte de la cual formó parte de los cursos de formación del profesorado en la Open University británica -más o menos como nuestra UNED-) se ha convertido en un elemento de desmovilización: si la escuela reproduce desigualdades, si los hijos de obrero muy probablemente seguirán siendo obreros, etc. lo mejor es quedarse cruzados de brazos ante la potencia de las estructuras sociales. Se hace cada vez más preciso que la reflexión sociológica se convierta en un punto de apoyo de la tarea docente del profesor, de modo que este se convierta en un intelectual reflexivo. En parte esta es la línea de sociólogos como Henry Giroux, el cual se apoya en Freire para elaborar sus propuestas en favor de una pedagogía radical. 

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